Gorate
Gorate nació en el año 1600, cuando los habitantes de la pequeña aldea de Alderete aseguraron haber visto los milagros de una virgen desconocida: la Virgen de las Lágrimas de Sangre. Nadie sabía quién era ni de dónde venía, pero sus apariciones cambiaron todo.
Tres familias misteriosas —los Tofone, los Telmasé y los Lesselt— llegaron con dinero suficiente para levantar un pueblo entero. En lo que antes era solo una colina torcida y vacía, construyeron Gorate: un lugar amurallado donde la gente común convivía con otros que no lo eran tanto.
Pero Gorate no se construyó para proteger a sus habitantes. Se construyó para ocultar algo que el mundo no debía recordar hasta el año 2000.
El pueblo se encontraba rodeado por amplias llanuras pobladas por casitas idénticas a las del pueblo (grises, hechas de pequeñas piedras, y con tejados negros de piedra pizarra). Delante de la Puerta Sur, la principal, se encontraba el acceso al Bosque de los Lamentos, un oscuro bosque de castaños, almendros, encinas, algarrobos y nogales que conectaba Gorate con su ciudad hermana: Torreleones, la ciudad de los infortunios.
